Y aquí estoy de regreso, luego de un mes y tanto de estar perdida y alejada de mi querido blog, por fin he regresado! Y en esta ocasión mas convencida que nunca de mi triste realidad bloguera: Escribo sólo y sólo cuando me siento ahogada, cuando tengo tarugos en mi garganta, embrollos en mi mente y arrugas en el corazón.
Es una pena ver en lo que ha mutado mi necesidad de escribir con el paso de los años. Antes lo hacia sin ningún motivo aparente, simplemente tomaba papel y lápiz y dejaba desbordar todas las ideas estúpidas o brillantes que se me atravesaran por el pensamiento. Hoy día...sólo puedo hallar esa inspiración en medio de la confusión, la ira o la tristeza. No intentaré excusar este mal habito que he ido adoptando con el paso de los años pero debo decir que muchas cosas han ido poco a poco influenciándome, como por ejemplo: el poco tiempo que me ha de quedar luego de un día larguísimo de trabajo en la oficina, las no muy tan frecuentes salidas sociales que suelen aparecer en mi agenda, las discusiones internas que siempre ocurren entre mis hobbies preferidos (jugar video-juegos, ver series americanas/inglesas, ver películas, leer y ver anime), que intentan hallar un pequeño espacio de disfrute y goce en mi tan corto fin de semana.
Además debo confesar que a pesar de haber atravesado por una o dos semanas de amargue y decepción infinita, no recurrí al blog para hacer mi respectiva catarsis porque simplemente no quería dejar salir la frustración propia que vengo presentando hacia mi misma...Me he llegado sentir interinamente patética y creo que necesitaba algo de tiempo para acomodar todos estos sentires, encontrarles un lugar y aceptarlos como míos.
En fin!... Aquí estoy de nuevo, lista para escribir mis mil y un traumas psico-afectivos.
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