En esto se ha vuelto mi "amistad" con YG, en una relación basada en la bipolaridad donde un día estamos de maravillas y en otro agarrados de las mechas. Si bien es cierto que lo bueno siempre dura poco, pues el mantener una comunicación afable y libre de molestias se ha vuelto en un reto -tipo Guiness- para los dos, últimamente son mas las discusiones pendejas a las que llegamos y aunque intentemos llegar a una reconciliación madura, terminamos por alejarnos cada vez mas.
Nuestro ultimo percance se dio debido a una foto y un mensaje personal que coloque en mi BBM, ambos a manera de dedicatoria para un buen amigo con el cual comparto horas de jocosas charlas. A decir verdad nunca me imagine recibir una muestra de celos por tal pequeñez, mucho menos que me ignoraran toda una noche y que a partir del día siguiente me tratarían como una vil mosca! No puedo negar que al ver ese reproche de celos me sentí bien, ciertamente sentí un fresquito en el corazón y pensé que a partir de ahí podríamos ser un poco más claros en todo este asunto sexual; sin embargo bastante alejada de la realidad que estaba. A pesar de intentar hacerle hablar para recibir una explicacion, nunca la obtuve y en cambio puedo asegurar que quede como una completa psicotica -por no decir intensa- y cada vez confirmo más cuan insignificante es mi existencia para este hombre.
Hoy por hoy mantenemos la diplomacia, hablamos un poco de vez en cuando pero se han visto reducidas -en gran medida- las connotaciones de afecto hacia mi persona, lo cual me hace sentir cada vez mas incomoda y miserable porque siento que todo esto es una gran pantomima para no dejar caer la oportunidad sexual que se ha venido planeando. Así mismo, me percato de cuanto deje crecer las expectativas con respecto a YG; es ridículo pero lo que comenzó como un juego ha crecido hasta tal punto que con cualquier estupidez siento celos, deseos de hablar constantemente con el, me duele cuando me deja a un lado, cuando discutimos, cuando veo y siento que esta interesado en alguien más, cuando recuerdo las buenas horas de charla y de infinita ternura. Lo cierto es que conforme pasan los días y se acerca la hora 0, me voy arrepintiendo de haber armado todo este circo, voy perdiendo las expectativas, voy aterrizando de mala manera y voy tragándome ese sin sabor molesto, triste y melancólico que siempre me queda cuando me doy cuenta que he sido rechazada por enésima vez.
Solo me queda esperar a que con el cambio de luna, podamos volver a nuestro trato cordial y cariñoso.
Estoy a tan solo 21 días de mi viaje!
